Escuchar esas historias me hacía sentir parte de una tradición. Al final del día, cuando el sol se ponía, el cielo se llenaba de colores naranjas y violetas. En ese instante sentía una paz muy especial.
Escuchar esas historias me hacía sentir parte de una tradición. Al final del día, cuando el sol se ponía, el cielo se llenaba de colores naranjas y violetas. En ese instante sentía una paz muy especial.